¡Hola
Juana! Realmente ha sido una sorpresa compartida, porque cuando vi una de aquellas
viejas tapas de Ramos Americana y tu nombre asociadas a ella, me dije:
"Esta Juana es nuestra Juana de Sonar de Lluvia..." Y así fue. Y así
es.
Han pasado más de treinta años desde aquellos tiempos
editoriales. Y tanto tu camino como el mío, veo que han sido entretenidamente
fructíferos. Desde siempre supe de tu férrea voluntad de escribir, y que
después del sonar de la lluvia llegarían otras aguas fuertes, hasta el retumbar
de los ríos del éxito y del reconocimiento.
Recuerdo todavía tu tímida alegría y tu carita ansiosa, cuando
aguardabas la edición que dedicamos a los poetas argentinos y donde por primera
vez se verían tus trabajos como fina escritora. Lo tuyo nunca fue un compromiso
con las letras: fue una entrega, absoluta y total. Escribías para abrir caminos
y llegar al corazón de tus lectores, con el sutil sacrificio de quienes
convierten el arte en religión.
Estoy orgulloso de que nos hayas acompañado en un momento de
nuestra vida. Y de que hoy te asomes para decirnos "aquí estoy, la lluvia
sigue cayendo".
De la vieja editorial ya nada queda, más que sus libros volando
por el mundo. Son como pájaros de sentimental sabiduría, que dejan por aquí y
por allá su canto, a la espera del oído que sepa escucharlos.
. .
. . . . . . Mi primer libro (Otra
civilización nos domina) me comunicó con el mundo y con editoriales de Europa.
Hoy es considerado una "obra de culto" para aquellos a quienes les
interesan las cuestiones sobre la vida extraterrestre y siempre me consultan y
me hacen reportajes, a los que accedo de buena gana, aunque ya el tema no me
interesa para nada. Pero como tengo que mantener el "misterio del
escritor", digo que sí, que sigo investigando y que en cualquier momento
nos visitan los enanitos verdes.
Sin embargo, me gustó mucho escribir la historia de una colonia
nacida en 1936 y desaparecida en su mayor parte en 1985. Se trata de la Colonia
Gobernador Lanusse, de la que hoy solamente quedan los libros que la describen,
con sus historias de esfuerzo, ilusiones y trabajo, que caracterizaron a la
corriente migratoria polaca que huyendo de la segunda gran guerra, se instaló
aquí. El libro se llama "Colonia Lanusse, el paraíso perdido". Luego, escribí "La Juan", que es la
historia de los más de 60 años de la escuela secundaria de Wanda.
También una serie sobre temas misioneros, con "La ura, un
curioso insecto misionero", "La taturana" y "Bosetti
cazador", éste último sobre comportamiento animal.
Hice centenares de prólogos para publicaciones de todo el mundo.
Y aún así, estoy feliz. Digo aún así, porque tengo tanto trabajo
como aquel que me hizo huir de La Plata y Buenos Aires, buscando la paz del
interior.
Bueno, la paz la tengo. La sigo teniendo. Y la tendré hasta que
haya algún último viaje, esta vez sin retorno.
. . . . . . . .Estimadísima amiga, no te quito más tiempo. Me
preguntaste y te respondo. Generalmente, mi poder de síntesis es excesivo. Pero
en tu caso, el aprecio con que te recuerdo, me da alas para contarte estas
cosas.
